miércoles, 27 de agosto de 2008

La frágil economía del siglo XXI

No pudo ser más acertado Juan Pablo II, cuando el año pasado, en La Habana, con términos lapidarios tipificó como "Capitalismo Salvaje" a la inequidad-excluyente de la globalización, que es un proceso de carácter básicamente económico, que contradictoriamente, se ha revelado como un óptimo maximizador de la producción de riqueza (bienes y servicios) y como un pésimo distribuidor de la misma, generando una conflictiva y dramática mayor desigualdad que degrada al ser humano. Hace 40 años, la relación entre ricos y pobres era de 30 a 1 y hoy es de 61 a 1.

LA IRRACIONALIDAD DE LA ECONOMIA GLOBAL

En oposición al principio de solidaridad, que debería ser el pilar básico de la llamada "Aldea Global", solamente integrada informática y virtualmente, pero desintegrada en aspectos fundamentales de la vida económica, social, cultural y política, se ha impuesto un irracional sistema global, fracturado, polarizado, jerarquizado y excluyente, que en términos relativos ha profundizado las diferencias entre los centrales países capitalistas desarrollados y los periféricos países subdesarrollados.

Resulta altamente contradictorio, que junto a un grandioso desarrollo científico y tecnológico, que vía la microelectrónica, la teleinformática, los nuevos materiales, la biotecnología y la ingeniería genética, avanza hacia la revolucionaria cuantificación de lo inmaterial, la administración de los genes y hacia la perpetuación de la especie, existan graves problemas de subsistencia que afectando a más de las cuatro quintas partes de la población mundial, escarnecen la condición humana, determinando la malvivencia e inanición de los que Franz Fanon denomina "los condenados de la tierra", para quienes el Premio Nobel Gabriel García Marques reclama "una segunda oportunidad sobre la tierra", particularmente en la circunstancia actual, en que últimos datos estadísticos nos informan que la llamada mundialización de la economía, planeada y conducida por el poder monopólico transnacional, en el fondo constituye una norteamericanización de la misma, como consecuencia del "persuasivo" poder militar y político y de la recuperación tecnológica y productiva de los Estados Unidos, que determinan su presencia unipolar cada vez más dominante y arbitraria, como omnimodo gendarme universal, demostrada recientemente, con sus unilaterales y mortíferas intervenciones en Irak y Kosovo. El American way of Life, pretende imponerse como el factor homogeneizante, que determine el modo de ser y la conducta de nuestra civilización.
Compartiendo la opinión del intelectual peruano Fernando Silva Santisteban cuando afirma que: "Vivimos un momento de irracionalidad absoluta", seguidamente a grosso modo, presentamos algunos de los indicadores que singularizan la irracional asimetría de la economía mundial :

Durante los tres días de duración de este importante Seminario, trabajando con datos oficiales del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente -PNUMA-, en el mundo habrán muerto apróximadamente 90,60000 niños (un Hiroshima) debido a enfermedades vinculadas con el medio ambiente; habrán desaparecido l65,000 hectáreas boscosas y se habrán extinguido un promedio de 60 especies vivas.
Los países industrializados que apenas representan el 20% de la población mundial, son responsables del 60% de las emisiones anuales de dióxido de carbono, así como del 74% de la acumulación de emisiones de CO2 desde el año 1950 hasta 1992, siendo los principales causantes del peligroso adelgazamiento de la capa de ozono.
Para tener el actual nivel de vida de los norteamericanos, se requerirá de expandir 20 veces la capacidad instalada de la planta industrial existente, en circunstancias que ya tenemos agudos problemas de contaminación ambiental. De igual manera, el hondurense Marco Virgilio Carías nos indica que : "El consumismo de una familia promedio norteamericana ejerce una presión sobre el medio ambiente 40 veces mayor que una de la India y 100 veces más que una familia promedio de Kenya; en conjunto los apróximadamente 260 millones de habitantes de los Estados Unidos, consumen y destruyen recursos provenientes de todo el mundo
En una cantidad superior a los 1,200 millones de personas que pueblan la China Popular".

Naciones Unidas registra que más de 30,000 niños mueren cotidianamente por enfermedades perfectamente previsibles; uno de cada 5 niños de las regiones más pobres del mundo no llegarán a cumplir 5 años; 580 mil mujeres del tercer mundo mueren anualmente por causas relacionadas con el embarazo; 45 millones de abortos anuales se producen en el universo; 2 millones de mujeres son empujadas anualmente a la prostitución; más de 1,500 millones de personas viven en absoluta y extrema pobreza; 3,000 millones de habitantes sobreviven con un ingreso mínimo de subsistencia; 1,200 millones no tienen acceso al agua potable y 11.5 millones de refugiados de guerra sobreviven en países donde no nacieron.
Según la Organización Internacional del Trabajo -OIT-, existe precariedad en el empleo, estimándose que tenemos un promedio de 1,000 millones de trabajadores (un tercio de la población activa mundial) con problemas de empleo: en condición de desempleo (150) y subempleados (850), existiendo un fenómeno de exclusión social, en desmedro de los menos calificados, de las minorías étnicas, etc.
Aproximadamente dos mil millones de dólares gastan anualmente en publicidad, las compañías tabacaleras norteamericanas, demandando a su Gobierno un presupuesto de 20,000 millones de dólares al año para que la sanidad publica atienda a las enfermedades derivadas del hábito de fumar (cáncer pulmonar, males cardiacos y enfisemas); mientras que el gasto público para lograr una vacuna contra la malaria, que afecta a cerca de 500 millones del mundo subdesarrollado, ha sido inferior a los 10 centavos de dólar por persona al año.
Cálculos de las Naciones Unidas y del Fondo Monetario Internacional, estiman que unos 1,000 billones de dólares, o sea el 4% del Producto Bruto mundial, es generado por el blanqueo de dinero sucio del mundo, que de alguna forma estaría ligado a las crisis financieras ocurridas desde 1997.
De acuerdo al Financial Times, el costo de la campaña aérea de los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte -OTAN-, durante los 76 días de la crisis de los Balcanes fué de 7,000 millones de dólares, es decir, de 92 millones diarios, mientras que esos países no han cumplido con el mínimo compromiso que asumieron en la Conferencia Mundial de Población y Desarrollo celebrada en El Cairo en 1994, que consiste en reunir solamente 5,700 millones de dólares antes del año 2,000, de los cuales dos tercios que correspondían a los países del tercer mundo ya han sido abonados, no así el tercio que corresponde efectivizar a las naciones desarrolladas.
El economista peruano Oscar Ugarteche, en la Revista "Actualidad Económica" del pasado mes de octubre, señala que entre el país más rico y el más pobre del mundo la brecha creció multiplicada por un factor de seis, de 70 a 432 veces, y que la década del 90 fué un fracaso por cuanto el crecimiento percápita que era del 0.9% en el primer lustro bajó al 0.l% en el segundo.
En 141 países de los 185 miembros de las Naciones Unidas se violan los derechos humanos.
Y, "...nó más cifras del horror para no sentir la vergüenza de un ser humano frente a las bondades de los lobos y las hienas con sus hijos".

Si consideramos la intrínseca tendencia inequitativa de la economía mundial, debido a la estructura y dinámica expoliadora del sistema motorizado por las grandes corporaciones monopólicas transnacionales, y que la base de
nuestra civilización y de las ventajas competitivas son el Know How, el conocimiento, la información y las comunicaciones, tendremos que aceptar que las diferencias y la irracionalidad se profundizarán en el futuro,

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