miércoles, 27 de agosto de 2008

La guerra de Irak


La invasión de Iraq, entre el 19 de marzo y el 1 de mayo de 2003, fue encabezada por los Estados Unidos, respaldados por fuerzas británicas y pequeños contigentes de Australia, Polonia y Dinamarca. Una serie de otros países estuvieron involucrados en sus consecuencias. La invasión marcó el inicio de la actual guerra de Iraq.
Según el Presidente de los Estados Unidos George W. Bush y el Primer Ministro del Reino Unido Tony Blair, las razones para la invasión eran "desarmar a Iraq de armas de destrucción masiva (ADM), poner fin al apoyo brindado por Saddam Husein al terrorismo, y lograr la libertad al pueblo iraquí."
La invasión de Iraq provocó una fractura política entre las grandes potencias, que se dividieron entre aquellas que se opusieron activamente a la invasión, como lo fueron Francia, Bélgica, Alemania, Rusia, China (además de otros países que mostraron una oposición pasiva), y aquellos que apoyaron públicamente a los Estados Unidos, como fue el caso de Gran Bretaña, España, Polonia, Portugal y demás naciones que integraron la coalición.
La guerra también sirvió para que se diera la primera manifestación ciudadana global en la historia en contra de un conflicto.


Antecedentes


Donald Rumsfeld, en ese momento el enviado especial de Ronald Reagan para Oriente Medio, se reunió con Saddam Husein durante una visita a Bagdad, en diciembre de 1983, durante la guerra Irán-Iraq.
En 1988, durante la Guerra Irán-Iraq, el ejército iraquí baathista utilizó supuestamente armas químicas, en concreto gas mostaza, sarin, tabun y VX, contra separatistas kurdos produciendo una supuesta masacre en el ataque químico a Halabja. Se estima que por lo menos 5000 personas murieron en el ataque. A pesar de la dramáticas consecuencias del conflicto, se logró evitar la ruptura del país o incluso una guerra civil de imprevisibles consecuencias. La ONU medió en el conflicto y ordenó el alto el fuego para luego continuar con las inspecciones y las presiones a Iraq para que colaborase con las tareas de las comisiones delegadas de las Naciones Unidas para la verificación del desarme iraquí.
El 2 de agosto de 1990, tropas iraquíes invadían Kuwait con vehículos armados e infantería. El 16 de enero de 1991, una coalición internacional liderada por Estados Unidos y bajo mandato de las Naciones Unidas atacó al ejército invasor iniciando lo que se conoce como la Guerra del Golfo. El ejército iraquí resistió a la agressión estadounidense pero no pudo evitar ser expulsado de Kuwait. Con la capital del país devastada por los bombardeos, Husein tuvo que enfrentarse a una guerra civil. Los kurdos reclamaron sus derechos y las regiones chiítas se alzaron en armas. Sin embargo, el temor a que la caída del presidente iraquí desestabilizara la zona llevó a los vencedores a no apoyar estos movimientos.
A partir de ese momento, las Naciones Unidas, a través de su Consejo de Seguridad, impuso una serie de obligaciones a Iraq, entre ellas la de la aceptación incondicional de la destrucción de sus armas químicas, biológicas y misiles balísticos de largo alcance bajo supervisión internacional. Además, estableció un bloqueo económico para presionar al país asiático.
El 15 de agosto siguiente, el Consejo de Seguridad rectifica y aprueba un sistema de flexibilización del duro embargo consistente en la concesión a Iraq de la posibilidad de exportar petróleo cuyos beneficios estarían destinados a la compra de alimentos, medicinas y otras materias esenciales. Este programa, económicamente administrado por la ONU se popularizó como el programa "petróleo por alimentos" y se hizo oficial el 14 de abril de 1995 con una nueva resolución
El gobierno de Saddam Husein se resistió a colaborar activamente con los inspectores de la ONU a causa de las sospechas de espionaje. Estados Unidos mantuvo un embargo comercial durante años pesar de las consecuencias para la población iraquí. Los constantes bombardeos a los que el país era sometido de forma intermitente durante años por parte de los ejércitos británico y estadounidense causaron también víctimas entre la población iraquí.
En 1998, tras una crisis previa el año anterior se produce la completa expulsión de los inspectores internacionales por parte del gobierno iraquí el 31 de octubre. Unos días después, el 17 de noviembre cambia de opinión, decide negociar, y solicita el regreso. Naciones Unidas ordena la salida de Iraq de los inspectores.
El 2 de marzo de 2000, Hans Blix asume el cargo de director ejecutivo de la UNMOVIC, la Comisión de las Naciones Unidas de Vigilancia, Verificación e Inspección.

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